LA EXPERIENCIA DE BOGOTÁ EN EL CONTROL A LA EVASIÓN DEL PAGO DEL PASAJE

Escrito por: Santiago, Orlando, (a) Tinjacá, Natalia (a)   Quiroga, Kristell (a)

(a) Transmilenio S.A. Av. ElDorado No. 69-76 Bogotá. Colombia.

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Introducción al caso Bogotá

El transporte público es un bien social que provee oportunidades de acceso a bienes y servicios, así como oportunidades laborales y crecimiento de la economía. En este sentido, el no pago del pasaje es un fenómeno intrínseco a los sistemas de transporte público masivo en el mundo, sin embargo, en contextos como el latinoamericano por factores socioeconómicos y culturales, la problemática se ve exacerbada llegando a niveles superiores a un dígito de porcentaje, y en algunos casos superando el 40%. Este fenómeno genera pérdidas económicas considerables y afecta la calidad en la prestación del servicio, y pone en riesgo de siniestros graves a quienes asumen esta práctica insegura, a conductores y a pasajeros al interior de los vehículos. Véase Tabla 1.

“La evasión al pago del pasaje se ha convertido en un acto violento de acceso al transporte público”.

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Bogotá es una ciudad con más de siete (7) millones de habitantes, cubierta por una red BRT, operación zonal con buses sin infraestructura dedicada y de cable, que ofrece el Sistema Integrado de transporte público, en donde se movilizan diariamente más de 4 millones de viajes.

En los últimos años la ciudad pasó de tener hechos aislados de evasión al pago del pasaje, hasta llegar a un indicador de 29.66% (Estudio primer semestre de 2022), e iniciar un descenso a 28.51% (Estudio segundo semestre de 2022), que prosiguió en la más reciente medición realizada en el mes de septiembre de 2023, con la cifra que descendió a un 15,32%. Las mediciones de la evasión en el componente troncal (BRT) del Sistema entre la línea base que se estableció en el año 2018 –2019 y en los años 2022 y 2023 muestran el comportamiento expuesto en la Ilustración 1.

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El monitoreo periódico anual, consiste en una metodología estadística y de trabajo de campo rigurosa que permite cuantificar la problemática e identificar en términos generales el impacto y la retroalimentación sobre las acciones desplegadas, tema en el cual la ciudad ha sido pionera en los últimos años. En la última medición se hace más rigurosa la captura de datos apoyados por cámaras de video vigilancia y tecnologías de Inteligencia Artificial.

Adicionalmente, se ha podido establecer que los tipos de evasión presentadas en Bogotá consisten en evasión por puertas de las estaciones, evasión por torniquete (paso 2 x 1, salto por encima, paso por debajo, devolución o balanceo del torniquete), evasión por curvas en Portales y los llamados paseadores que utilizan el servicio alimentador sin validar el pasaje ni en los buses ni en las estaciones o portales del componente troncal.

La complejidad de la evasión reviste en ser un fenómeno multicausal y de diversos impactos. Acceder al servicio de transporte público evadiendo el pago del pasaje trae consigo la violencia escalada, es el primer paso para otros delitos graves al interior del Sistema como hurtos y lesiones personales y por ello se debe controlar con un enfoque integral y en algunos de los casos los usuarios arriesgan su vida por acceder por zonas no previstas para ello.

2 – 7’968.095 personas según la proyección del DANE para el 2023 con el Censo del año 2018. Proyecciones de población desagregadas por localidades 2018-2035 y UPZ 2018-2024 Ver en: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/proyecciones-de-poblacion/proyecciones-de-poblacion-bogota

3- La cifra correspondiente al año 2021 está enmarcada en un contexto de pandemia por el COVID-19 donde la demanda y la evasión del Sistema fueron bajas dadas las restricciones de circulación, aglomeraciones y la preponderancia de la virtualidad en empresas y establecimientos educativos.

Un enfoque de sistemas seguros

La estrategia de control a la evasión que ha implementado Bogotá cuenta con un enfoque integral inspirado en el concepto de sistemas seguros. Entendiendo que la evasión tiene raíces multicausales, así mismo, las estrategias y acciones que se desarrollen al respecto también deben serlo.

Es así como desde finales de 2022 hasta la fecha, en TransMilenio se realizan inversiones en infraestructura, control y cultura ciudadana. En primer lugar, la infraestructura como uno de los principales condicionadores de comportamiento, consistió en la instalación de 26.341 metros barreras perimetrales en 68 estaciones del componente troncal, se han instalado barreras de control de acceso (BCA) piso a techo, como también se estructuró el proyecto para poner este tipo de infraestructura en tres (3) portales y catorce (14) estaciones del Sistema, y se ha instalado un nuevo sistema de puertas en estaciones con mejor desempeño al que se tenía, con un nuevo diseño desarrollado para Bogotá con mayor  robustez en motores e infraestructura, sistemas sonoros y sistemas de control remoto; actualmente dicha estrategia ha sido implementada en 24 estaciones (538 puertas) de las 138 con que cuenta la ciudad y los planes son que entre el 2023 y el 2024 se llegue a completar la mayor parte de las estaciones.

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En segundo lugar, el control a comportamientos y contravenciones que van en contravía de la convivencia y el acceso seguro y legal al sistema de transporte. Las acciones de este componente van encaminadas a estrategias de control policial en estaciones y buses de los componentes troncal y zonal. Con la estrategia 50+ se concientiza a los usuarios que la multa por el No Pago del pasaje cuesta 50 veces más que el pasaje, en ese sentido se realizan revisiones en el sistema del pago del pasaje, por parte de oficiales de la policía, gestores de convivencia y personal de apoyo de concesionarios. Estas acciones han dado como resultado la imposición de más de 111 mil comparendos por evasión del pasaje y un impacto de reducción del hurto en el componente troncal del 35% y 23% en el componente zonal del Sistema Integrado de Transporte Público.

Dentro de la estrategia de control también está el equipo territorial de Bogotá para el Sistema, que tiene un total de 1.392 Reguladores de Evasión en vía y 201 Gestores de Convivencia TM, apoyados por cerca de 1.400 policías del Comando de Policía Metropolitana de Bogotá, Grupo Transporte Masivo. El equipo territorial cubre estaciones y portales desde el inicio de la operación hasta el final de la jornada, el despliegue consiste en reguladores que verifican el pago del pasaje, y llaman la atención de los evasores para que se devuelvan a validar correctamente su ingreso, complementado por un equipo de Gestores de Convivencia TM que promueve el buen comportamiento en el Sistema.

Finalmente, una estrategia de cultura y comunicación, visitando instituciones educativas, generando campañas de sensibilización para promover el pago del pasaje, y disuasión de comportamientos a través de la comunicación de los controles policiales a través de redes sociales.

Se entiende que estos tres ejes deben trabajar de forma sincrónica y mancomunada para lograr cambios efectivos en los comportamientos y que redunda en mayores ingresos validados en el Sistema.

Como componente transversal de la estrategia se encuentran las líneas de trabajo en materia de tecnología, monitoreo y comunicación estratégica, para identificar puntos críticos y actuar de manera sincronizada con el equipo territorial. En este sentido, Bogotá cuenta con 1.929 cámaras en las estaciones del BRT y 35.585 cámaras en los buses, y cuenta con el Sistema Inteligente de Detección de Eventos de Seguridad en TransMilenio -SIDEST-, que consiste en un lenguaje de inteligencia artificial para el control y conteo de evasores en el Sistema así como de situaciones de violencia.

Temas para fortalecer la prevención y el control de la evasión

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  • Fuerza unificada de control a la evasión

El análisis del impacto del equipo de Reguladores de Evasión da cuenta de que, gracias a esta presencia institucional en los torniquetes y las puertas de las Estaciones, entre un 30 y un 50% de evasores se devuelve a pagar su pasaje. Asimismo, un estudio de la correlación de variables sobre número de Reguladores, número de validaciones y número de novedades de seguridad, da cuenta de que sí ha habido un impacto directo, ya que a mayor cantidad de Reguladores generando las acciones de contención y disuasión a evasores, las validaciones en el componente troncal del Sistema se han incrementado creciendo en cerca del 11% con respecto al año 2022 y el número de incidentes de seguridad han disminuido.

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  • Fortalecimiento de la infraestructura como estrategia que puede ayudar a mitigar la evasión del pago  a corto plazo

Ninguna infraestructura por sí sola va a llevar a una evasión del 0%. No obstante, es una gran contribución el lograr reforzar las estaciones con nuevas Barreras de Control de Acceso (BCA) y con nuevas puertas automáticas.

Las apuestas más conservadoras daban cuenta en el piloto que se realizó entre los años 2020 y 2021, de una reducción de la evasión por puertas laterales de un 30%; sin embargo, en el año 2023 que ha sido el año de la materialización de los proyectos de infraestructura, la puesta en operación de las nuevas puertas ha generado un impacto de una disminución de la evasión por accesos laterales en las estaciones priorizadas, de un 73%, llevando los índices de evasión por esta modalidad a porcentajes menores al 2%.

  •  Mejora en la comunicación de la evasión y cultura ciudadana

Varios estudios a nivel mundial han identificado que desafortunadamente la población masculina y juvenil es la más propensa a incurrir en conductas de evasión del pago (Cools et al, 2018), y que los jóvenes por razones que van desde la percepción baja del riesgo, el ímpetu de transgredir normas, hasta la vulnerabilidad socioeconómica de esta población son los mayores evasores (Ministère de la Transition écologique et solidaire, 2019). Por esta razón se ha buscado retomar la estrategia de diálogo con estudiantes de todos los niveles educativos en colegios, institutos técnicos y tecnológicos, así como en universidades y empresas, con el fin de crear conciencia sobre la apropiación y cuidado del Sistema, e igualmente del riesgo para la vida y la integridad que comportan los intentos de ingreso irregular a portales y estaciones.

En conclusión y gracias a esta estrategia de evaluación multicausal y con acciones en diferentes frentes, hoy Bogotá en lo corrido del 2023 ha vuelto a llegar a niveles de Evasión al Pago del Pasaje, similares a los calculados en el año 2019 previo a la pandemia por Covid-19 y se tiene la certeza que, si se continúan desarrollando estas acciones durante el 2024, seguirá esta tendencia de disminución, evitando todas las malas situaciones que se han referenciado en este artículo. 

Los retos que afronta la ciudad

La lucha contra la evasión que se pueda realizar de manera local está condicionada en gran medida con las políticas y leyes que regulan las consecuencias de este comportamiento. La evasión en Colombia no es un delito, actualmente está catalogada como un comportamiento contrario a la convivencia en el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, que conlleva a una multa, equivalente a una décima parte del salario mínimo y no tiene consecuencias legales ante el no pago de multa, como ser reportado a centrales de riesgo, o a aspectos que afecten la cotidianidad de la persona, por lo cual los incentivos para pagarla o conmutar desarrollando alguna actividad pedagógica o de trabajo social, son mínimos.

A esto se suma, que las capacidades de fiscalización y sanción son reducidas, ya que por la legislación los únicos facultados para imponer órdenes de comparendo son los policías profesionales, cuyo número de unidades es insuficiente para dar cobertura a los procesos de verificación de medio de pago y control en los paraderos, buses, estaciones y portales del Sistema Integrado de Transporte Público.

Esto lleva a pensar en la necesidad de generar incidencia para generar modificaciones normativas, institucionales y operativas para brindar mejores herramientas en la búsqueda de incrementar las inspecciones, controles y sanciones efectivas frente a las conductas de los evasores del pago.

De otro lado, es importante asumir desde la Administración Distrital y la sociedad civil un reto en materia de pedagogía y cultura ciudadana, partiendo de la generación de sinergias entre actores privados y públicos, sector académico, empresarial y Estado, dando a conocer el Sistema, su operación, sus factores de oportunidad para mejorarlo e incentivando las buenas prácticas, la validación del pasaje e informando sobre los impactos negativos de la evasión del pago. Desde la gestión del SITP estamos convencidos en que hay que trabajar con las actuales y las nuevas generaciones para que puedan conocer, interiorizar y reforzar conceptos y vivencias desde la cultura ciudadana y el ejercicio de ciudadanía en el buen uso de los sistemas de transporte público masivo. 

Los grandes retos a nivel de seguridad y de movilidad en el mundo demandan el uso cada vez más frecuente de herramientas avanzadas en materia de elementos técnicos y tecnológicos para el monitoreo. Por esta razón, la aplicación de la tecnología para el seguimiento y caracterización del fenómeno de la evasión se vuelve imprescindible. La videovigilancia, la inteligencia artificial, los modelos predictivos, la data que proveen las ITS entre otras herramientas deben estar en el primer orden de las inversiones y prioridades en los Entes Gestores del transporte público, de manera que permitan una mejor comprensión de la evasión del pago en lo cuantitativo y cualitativo para diseñar políticas públicas y estrategias más eficientes y eficaces para contrarrestar la problemática, así como para medir el impacto real de las mismas, y así generar procesos de accountability más precisos de cara a las administraciones públicas y la ciudadanía en el ejercicio de gobernabilidad y la ejecución de los recursos públicos en materia de transporte.

Bibliografía

Cantillo A. Raveau S, Muñóz Juan. Fare evasión on public transport: Who, when, where and how?. 2022.

Cools M, Fabbro Y, Bellemans T. 2018. Identification of the determinants of fare evasion. Case Studies on Transport Policy. Volume 6, Issue 3, September 2018, Pages 348-352.

Ministère de la Transition écologique et solidaire. République Française. Le phénomène de la fraude dans les transports collectifs terrestres. Une approche nationale. Avril 2019.

Ramos. R, Silva H. Fare evasion in public transport: How does it affect the optimal design and pricing?. 2023

Autor: https://www.pasajero7.com/la-experiencia-bogota-en-control-a-la-evasion-del-pago-del-pasaje/



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